Encontrarse por error era su juego favorito. Mirar sin mirar su mejor pasatiempo. Ahora él no está y nada tiene sentido. La vida está llena de señales, esa era su filosofía, esta era pues una clara señal de que la vida no la quería más viva.
Se sentía tan sola. Respirar era un tormento. Recordaba cada día, cada noche, cada suspiro compartido. Habría deseado no recordar más. Pero no podía.
Miraba como la vida se le escurría entre las manos, cual agua salada. No entendía nada, hace rato ya que no entendía nada. Y el miedo la atacaba. De noche, en la oscuridad se le aparecía el miedo, como los fantasmas de la infancia, como las arañas de la adolescencia.
Cuanta tristeza podían contener esos ojos cansados. Él se fue y seguramente no volverá, no se fue con otra ni con otro, no se fue persiguiendo un futuro lejano. Simplemente se fue y la vida ahora para ella se llamaba tristeza.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
tu texto es blue, pero yo sigo feliz.
que soy desgracia!
besos cochina
=*
mi ultimo texto es una basurilla, pero sé que anoche pasó algo raro xD
hola milla. tu escrito me recordo a René, creo q eso senti, bueno aveces tambien lo siento, hoy me encontre con el mejor amigo justo subio en la misma puerta del metro que yo..me dijo q sabria que me encontraria y me dijo que fueramos a verlo porq creo que el ya no me vendra a ver.
Publicar un comentario